
En mi trabajo a menudo hago referencia a mis antepasados, porque ahí es donde comienzan nuestras historias, donde comienza nuestro presente ... en alguna decisión o algún movimiento que se tomó años antes de que llegáramos a este planeta. Esta es una reflexión poderosa que debemos mantener frente a nosotros, ya que también impactamos a individuales y colectivamente a las futuras generaciones con nuestras decisiones.
Las historias comenzaron a girar desde mi espíritu cuando era niña cuando escuchaba a mi padre hablar de los movimientos de nuestra familia en las montañas de los Andes o cuando mi madre compartía las travesuras de nuestra familia que tallaban una vida entre las colinas de Nueva Inglaterra o las rocas por el océano Atlántico. Éstas se convirtieron en recetas de por vida para mí y en la paleta de la que luego haría mis propias historias, entrelazadas con mis experiencias actuales de vida. Cargué esto para adelante con los brazos abiertos y abrí a la plenitud de esta vida.